por Paco Cabello, portavoz territorial del SAT de Granada.
«Sólo en la medida en que el hombre se relaciona de buen principio como propietario con la naturaleza -que es la primera fuente de todos los medios y los objetos del trabajo-, sólo en la medida en que la trata como cosa suya, será el trabajo fuente de valores de uso, es decir, de riqueza. (…) el hombre que no posea otra propiedad que su propia fuerza de trabajo, en cualesquiera situaciones sociales y culturales, tiene que ser el esclavo de los otros hombres, de los que se han hecho con la propiedad de las condiciones objetivas del trabajo. Sólo puede trabajar con el permiso de éstos, es decir: sólo puede vivir con su permiso.»
(Karl Marx)
De un año a esta parte venimos siendo testigos de una campaña de descrédito y de ataque permanente contra el ayuntamiento de Marinaleda y contra su alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo y Sergio Gómez, teniente de alcalde, siendo orquestada dicha campaña por parte del sindicato CGT y, todo supuestamente, a raíz de un conflicto que mantienen unas trabajadoras del SAD ( Servicio de Ayuda a Domicilio) con el consistorio marinaleño.
Es ahora, con la llegada de agosto y coincidiendo con la falta de otras noticias, cuando esta campaña cobra una virulencia inaudita, ocupa numerosas portadas de los mass media y llena horas en las emisoras de radio y televisión, entre el “Sálvame” y el programilla de Risto Mejide y los numerosos espacios de casposo entretenimiento que pretenden ser “informativos”.
Pero vayamos poco a poco y analicemos mínimamente este conflicto artificialmente creado por espurios intereses de la CGT y jaleada por los corifeos más fascistas y reaccionarios.
Marinaleda es un municipio andaluz del territorio de Sevilla que pertenece a la comarca de la Sierra Sur, situada en la cuenca del Genil. Tiene una extensión de 24,8 km² y una población de 2626 habitantes según el censo de 2018, con una densidad poblacional de 107,37 hab./km². Pertenece al Partido Judicial de Estepa y no hay más que compararlo con el resto de pueblos de la comarca a la que pertenece para apreciar de positivas diferencias entre Marinaleda-Matarredonda y el resto de localidades que lo circundan.
Marinaleda es un municipio eminentemente agrícola que basa su economía en la producción agropecuaria. Es conocido por su experiencia social basada en una ideología de izquierdas, revolucionaria y transformadora, liderada por Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde del municipio desde 1979, perteneciente a la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT). Sus vecinos, organizados en la lucha obrera y campesina, se dirigen hacia el desarrollo de un modelo económico alternativo al capitalista.
En Marinaleda hay prácticamente pleno empleo, la vivienda es un derecho real para sus vecinos y el trabajo en común impera sobre otras lógicas capitalistas gracias a las tareas cooperativas promovidas por el Ayuntamiento y entre las cuales figura la finca de El Humoso ( Marinaleda SCA), arrebatada a manos de la casta terrateniente andaluza y puesta en manos de las mujeres y hombres del pueblo. Marinaleda S. Coop. And. es un entidad alrededor de la cual se concentra el aparato productivo alternativo generado en la localidad andaluza. La Cooperativa, nacida de las luchas jornaleras, es un proyecto colectivo cuyo objetivo conseguido es la creación de empleo digno mediante la venta de productos hortícolas saludables y de calidad. Aunque el origen de la SCA es la toma de tierras de la Finca el Humoso, latifundio del Duque del Infantado, en la actualidad el grupo cooperativo gestiona, además de las tierras, un molino de aceite y una fábrica de conservas, conjunto productivo que es la base de la economía local. Poco a poco, y tras más de dos décadas de esfuerzo y lucha, es un referente en la gestión colectiva de los medios de producción y en la generación de riqueza y empleo digno al servicio de la gente de un pueblo.
Junto a lo expuesto, el nivel de protección social que existe en el municipio de Marinaleda supera incluso al de países europeos siempre puestos de ejemplo y a la vanguardia, iguala a todos sus habitantes y la educación, la sanidad, todos los servicios públicos, en suma, así como la gestión de todo lo público son solidariamente administrados por los trabajadores y trabajadoras del pueblo e impulsados desde el consistorio.
Evidentemente, no todo en Marinaleda es perfecto, y el previsible relevo al frente de la alcaldía de Juan Manuel Sánchez Gordillo abre una nueva época con esperanzas e inquietudes, pero el nivel de protección, de equidad y de justicia social del que se disfruta en el pueblo no tiene parangón en ningún municipio del Estado Español; los concejales y el propio alcalde no disfrutan de ningún privilegio frente a sus vecinos… El proyecto de transformación social basado en la autogestión y en la lucha solidaria de la Clase Obrera debiera ser un referente para cualquier persona u organización que ansíe realmente cambiar el actual status quo de explotación que nos trae el sistema político-económico imperante y el pensamiento único neo liberal que desde la extrema derecha hasta los partidos confortantes del «gobierno más progresista de la historia» abrazan, aplican, toleran y valoran en mayor o menor medida.
Todos los avances sociales acometidos y conseguidos en estos últimos 42 años en el municipio de Marinaleda-Matarredonda no dejan de tener sus detractores: fascistas, capitalistas, aventureros de diverso pelaje, etc. Desde fuera ( y desde dentro) del pueblo no pueden perdonar el desarrollo social, humano y económico que significa la ilusionante experiencia marinaleña y que no es otra que una utopía hecha realidad. Nuevos actores contrarios al proyecto emancipador muestran la jeta contra Marinaleda. Son sólo los subalternos, ya que los cabezas de cartel aun se reservan para mejores momentos.
La Santa Alianza contra Marinaleda va sumando facinerosos. A la ya conocida oposición política dentro de Marinaleda (PSOE y PP locales con otros miembros de su coalición electoral donde todos caben siempre y cuando se presten a hacer caer al gobierno municpal ) y la CGT, se va agregando algún ex secretario provincial de la COAG, la muy católica Cadena COPE, Onda Cero, El Diario de Sevilla, ABC, La Razón, etc. Memos con ínfulas de periodistas como Risto Mejide y los más rancios señoritos andaluces, el “sindicato” de VOX y la sorprendente aparición de algunos cargos públicos y subalternos de la dirigencia de Anticapitalistas y otros partidos supuestamente de extrema izquierda y hasta algún supuesto nacionalista andaluz, pulido y acomplejado, se suman al aquelarre.
Que nadie busque en el actual desbarajuste protagonizado por la bien tildada como Santa Alianza por el compañero del SAT José Cuevas un motivo sindical. Tal motivo pudo existir en un origen y, a buen seguro tendrá su fin. Como sindicalista y trabajador con conciencia de clase que me considero, nunca aceptaré un abuso contra ningún trabajador y jamás «blanquearé» una actuación injusta o inapropiada por parte de una empresa o una administración pública, sea la que sea. Pero ese no es el motivo que se encuentra tras la brutal campaña que desde la CGT se lleva dictando y que está siendo orquestada al alimón por tirios y troyanos y en donde hay más descalificadores del sindicalismo y de la lucha obrera que supuestos sindicalistas.
El crimen cometido por Juan Manuel Sánchez Gordillo, desafiando y demostrando a la cabeza de su pueblo que existen proyectos sociales, comunistas y alternativos al capitalismo, es que ha conseguido que las y los marinaleños no sean esclavos y “vivan sin permiso”. Sin permiso de aquellos que se han hecho con la propiedad de las condiciones objetivas del trabajo; sin permiso de aquellos que tocan las palmas a los primeros; sin permiso de los personajillos que pretenden ser quienes den carta de naturaleza a la Utopía y a la izquierda, a las que nunca se acercaron ni se acercaran ni de lejos.
Estén donde estén encuadrados en cualquiera de las categorías anteriores, son aquellos que pretenden que su aquiescencia y “su permiso” sean necesarios para tomar cualquier iniciativa realmente transformadora y son por su propia naturaleza insaciables en su labor de acoso y derribo y no paran mientes en utilizar cualquier recurso para descalificar a su adversario por impoluto que esté el expediente del mismo. Siempre quieren más. Ignoran el punto culminante de la victoria. Pretenden la incesante explotación del éxito ( de lo que ellos suponen éxito) de la que acaba derivando el desastre seguro. Se sienten desequilibrados por la duda y procuran ahuyentarla lanzando dardos envenenados contra los demás. Se abstienen de frecuentar libros que no les otorguen la razón. Evitan cuestionarse su incapacidad ante los logros de aquellos a quienes pretenden derribar y no se percatan de que ellos no han obtenido ninguno. Intentan disipar la niebla de su propia incertidumbre llenando de mierda a los demás. Buscan perpetuarse en sus poltronas y en sus ideas burguesas, como si la perennidad les hiciera impunes. Abominan de los desafectos a sus ideas y sospechan de las adhesiones solidarias. Prefieren las inquebrantables, procedentes de inasequibles al desaliento.
La trabajadora que causó baja en el Servicio de Ayuda a Domicilio de Marinaleda, fue sustituía en su puesto por permanecer semanas y sin justificación alguna sin incorporarse a su puesto de trabajo. Punto y final. Ya conocemos cómo actúa la CGT en la Ayuda a Domicilio, como ya conocemos sus “huelgas” (verbi gratia la del 25 de septiembre del 2020 que acabaron desconvocando y “ resolviendo” en el SERCLA para no arrancar ni una sola reivindicación de las planteadas ni a la patronal privada ni a la Federación de Municipios).
La campaña lanzada por la CGT, es ahora también la de VOX que clama “en defensa de las trabajadoras del SAD de Marinaleda (?¡¿!)” y que está siendo publicitada por la propia madre de la despedida (Margarita Pradas Quirós) en cuya publicación de Facebook se pueden ver reproducidos tweets y vídeos de VOX y de neonazis insultando, lanzando consignas xenófobas contra los inmigrantes y amenazando a Sánchez Gordillo y al teniente alcalde Sergio Gómez Reyes y criticando el vídeo de apoyo al Ayuntamiento de Marinaleda realizado el pasado 10 de agosto por la organización Defender Andalucía ( de la que soy miembro).
La CGT surgió en 1989, tras una década durante la cual utilizó ilegalmente las siglas de la CNT con la connivencia del gobierno del PSOE. Tras esa década de lucha para hacerse con el patrimonio histórico de la central anarcosindicalista, eliminarla y usurpar y suplantar su nombre y su historia, el Tribunal Supremo obligó a la CGT a que abandonara sus pretensiones. Ahora, la CGT pretende emprender una lucha contra el SAT con quién sabe qué intención.
Ni la CGT ni los voceros del poder y de la ultraderecha lo cuentan, pero desde el SAT se han mantenido conversaciones con el secretariado de CGT-Andalucía para resolver este asunto. Tampoco cuentan que la CGT han realizado piquetes ante el domicilio particular del portavoz nacional del Sindicato Andaluz, Óscar Reina ( que ni es de Marinaleda ni trabaja en la Ayuda en Domicilio, dicho sea de paso), que han publicado vídeos insultantes y carentes de veracidad…Lo que es cierto es que la CGT ni ha querido solucionar nada ni llegar a ningún acuerdo satisfactorio para las trabajadoras, sino que está estirando el chicle de la denuncia permanente ( y sin ninguna novedad sobre el artificial conflicto) para intentar desacreditar al ayuntamiento marinalense y al SAT.
Marinaleda afronta una nueva época en la que serán sus vecinos quienes decidan sobre cómo preservar las numerosas y revolucionarias conquistas sociales y solo ellos serán quienes vuelvan a tener la voz y la capacidad de decidir y de adoptar las medidas necesarias para que el proyecto de la utopía y el progreso social permanezca y siga desarrollándose o para que se abandone, para tirar por la ventana 42 años de lucha.
Pierre Besnard, teórico y práctico fundamental del Sindicalismo Revolucionario fue uno de los principales artífices de La Carta de Amiens, conocida también por su nombre original en francés Charte d’Amiens, y que no fue otra cosa que una declaración del congreso de la Confederación General del Trabajo de Francia celebrado en la ciudad de Amiens en 1906. Besnard, junto al resto de sus compañeros, afirmaron en la referida Carta la independencia de acción de los sindicatos respecto de los partidos políticos. Pasmado se quedaría hoy el refutado luchador y sindicalista francés si pudiera contemplar el truculento montaje pergeñado por los Montenegros y compañía que se reclaman herederos suyos y que, vociferando y jurando defender los derechos de unas trabajadoras, hacen escarnio del sindicalismo revolucionario y de todo aquello que puede representar el progreso social, económico y moral de la Clase Trabajadora Andaluza.