Manifestación 14 de junio

No consintamos más abusos.

Trabajar en la Hostelería significa realizar largas jornadas de trabajo que superan las 8 horas diarias, –muchas de ellas sin cotizar-, no descansar los dos días consecutivos que nos corresponden, no disfrutar de vacaciones o no recibir el pago por ellas, cobrar salarios bajos que casi nunca llegan a alcanzar el mínimo legal que determina nuestro convenio. Desempeñar un trabajo en el sector hostelero suele ser sinónimo de imposibilidad de conciliación de la vida familiar y laboral, así como disponer de contratos en fraude de ley, precarios y permanentemente eventuales. El trabajo en la hostelería suele ser sinónimo de cotizaciones a la Seguridad Social absolutamente insuficientes, el sufrir penosidades y enfermedades profesionales que no suelen ser reconocidas por la legislación vigente. Trabajar en una empresa del sector no significa tener un contrato con la misma, sino que a veces se tiene con una empresa externa de limpieza, siendo doblemente discriminadas por ser mujeres como en el caso de las Camareras de pisos (kellys); o con una negocio de venta de comida a domicilio… Estos, entre otros, son los ataques que históricamente sufrimos las trabajadoras y trabajadores de hostelería en Granada y en Andalucía, agravándose todavía más con la crisis que está sufriendo la clase obrera a raíz del Covid-19

Actualmente los ataques que sufrimos, lejos de ir reduciéndose, aumentan y se consolidan haciendo del Convenio Colectivo y la legislación laboral una suerte de papeles mojados que casi ningún empresario respeta. Por si fuera poco, estamos viviendo una etapa en nuestras vidas que ni siquiera nos imaginábamos: desde el 14 de marzo de 2020 muchas de nosotras, trabajadoras de la hostelería, hemos pasado a formar parte de los famosos ERTEs de fuerza mayor. Esta “solución coyuntural” que se sacó el gobierno de la manga no habría estado mal si todos los meses hubiéramos cobrado nuestros salarios completos normalmente, si no hubiéramos tenido que afrontar los gastos habituales (luz, gas agua..), alquileres e hipotecas abusivas que se llevan gran parte de nuestro salario, y todo ello teniendo en cuenta que nuestros ingresos son bastante inferiores (70% como mínimo de la nómina) y que, en muchos casos, nos estamos “comiendo” nuestro desempleo.

En realidad los ERTEs no dejan de ser unos parches para la problemática que atravesamos; partimos de muchos pagos en negro, buena parte de nuestro sector trabaja sin contrato bajo la economía sumergida y sufre de contratación fraudulenta y exageradamente temporal con la contratación de extras, que no sólo no están cubiertos por los ERTEs, sino que además se ven abocados a la extrema burocracia y la negación del tan aplaudido Ingreso Mínimo Vital que no llega para casi nadie y que no nos aporta recursos suficientes para poder vivir y eso sin contar con los muchos fallos en la gestión del SEPE

Desde el SAT siempre hemos lanzado la consigna de TRABAJO, CONVENIO Y SALARIOS, DIGNOS, reivindicaciones que el fraude y el abuso permanente impiden, al igual que la prometida derogación de la reforma laboral – que está haciendo estragos en este momento de crisis mediante ERES y despidos “objetivos”- y que no llega nunca.

Desde el Sector de Hostelería, pensamos que la solución se encuentra en el respeto estricto de nuestro convenio y efectuar contrataciones 100 % legales, lo que llevaría al respeto de nuestros derechos y a aumentar el porcentaje de trabajadoras y trabajadores contratados y con alta en la Seguridad Social, así como con un aumento en las Inspecciones de Trabajo, ya que muchos de los grandes empresarios hosteleros están aprovechando esta situación para mantener a sus trabajadores en medio ERTEs, trabajando jornadas enteras, e incluso saltándose las medidas sanitarias exigidas y elprotocolo COVID” poniendo en riesgo la seguridad de trabajadores y clientes

Además consideramos que tos trabajadores autónomos y comercios familiares que diariamente han sacado su trabajo adelante sin tener que explotar a nadie y generando ese necesario espacio popular de encuentro entre vecinas y vecinos deberían de recibir más ayudas para proteger ese patrimonio social, fomentando el comercio de barrio y cercano evitando la ruina

De la misma forma pedimos mano dura hacia todos los empresarios y empresas que, teniendo beneficios millonarios, siguen defraudando y no solamente se han beneficiado de los ERTEs, sino que están tratando de aplicar EREs completamente abusivos como, por poner dos ejemplos, en los Hoteles ABBA y Hesperia en Granada

Desde el Sector de Hostelería y Turismo del SAT estamos convencidos de que nos queda mucho por defender. La organización en el sindicalismo de clase es fundamental para hacer valer nuestros derechos.

Es hora de aplicar la TOLERANCIA CERO contra los abusos en el sector.

Sin denuncia y organización no lograremos que se respeten nuestros derechos.

EL LUNES 14 DE JUNIO NOS MANIFESTAMOS A LAS 19’ 30 HORAS, SALIMOS DESDE EL TRIUNFO, RECORREMOS EL CENTRO Y ACABAMOS EN LA PUERTA DEL HOTEL HESPERIA (junto a la plaza del Carmen).

SAT Granada.

Sector de Hostelería y Turismo.

No se vende

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