En Granada existe un hotel donde una parte de su plantilla, la que corresponde a las camareras de pisos, prácticamente carece de derechos laborales. Los actores de tal abuso perpetrado a plena luz del día son cuatro: SERCOTEL, una operadora transnacional; el Grupo Luna, una empresa de especuladores inmobiliarios con ínfulas de hoteleros decentes y de mecenas a costa del sudor de sus trabajadoras; ATE Sistemas y Proyectos Singulares, una banda de pilla tigres que se benefician con la cesión ilegal de trabajadoras y la UGT en la persona de unos de sus responsables de Hostelería, Miguel Ángel Prieto, un personaje siniestro, siempre arrimadito al calor de las empresas y tan cercano al sindicalismo de clase como un petardo de feria a un cohete espacial.
La estafa que sufren las camareras de pisos (todas ellas, aunque algunas parecen estar contentas con su situación actual) del Hotel Luna cuenta con los dramatis personae antes referidos, si bien resulta difícil comparar toda esta astracanada a un drama o una comedia. Y es que el podrido sistema de relaciones laborales que hemos ido viendo más viciado y pervertido día a día desde que, en su momento se aplicara el Estatuto de los Trabajadores implantado desde el Régimen del 78, permite y pretende hacer legal el saqueo de derechos de unas trabajadoras.
Sercotel, operadora internacional, cuenta con 154 hoteles emplazados en 104 destinos repartidos por España, Andorra, Portugal, Colombia, Ecuador, Panamá, México e Italia, lo que la convierte en una de las más importantes cadenas de hoteles en el Estado Español. Sus hoteles destacan por una óptima ubicación en el centro de las ciudades, en áreas financieras y comerciales, en emplazamientos singulares, etc. La operadora se anuncia como una empresa donde “el cliente puede ‘desconectar’ o como la poseedora de lugares idóneos para la celebración de eventos, reuniones, convenciones, etc. Por supuesto, el servicio y el trato personal es otro denominador común de los hoteles de la cadena.” Así se publican y publicitan, pero, obviamente, bien se guardan de explicar que algunos lugares, como el caso del hotel Luna de Granada, prestan y explotan desde su plataforma negocios tan irregulares como es el propio centro hotelero de nuestra ciudad, propiedad (en parte) de “los Luna”.
El Hotel Luna de Granada, como hemos dicho, es propiedad de DELUNA GROUP; Hoteles Granada 2012 S.L. –grupo empresarial granadino con más de 100 años de historia y líder entre los especuladores inmobiliarios en la capital nazarí– el cual obtiene sus principales ingresos y extiende sus tentáculos en el sector inmobiliario, con actividades en diferentes sectores como el arrendamiento, construcción, parking e “inversiones financieras alternativas”. “Los Luna”, como se les conoce en Granada, son un buen ejemplo de cómo muchas empresas hosteleras acuden a los abusos cotidianos para multiplicar sus benéficos. Para muestra, un botón: en el año 2012 pretendieron despedir a los trabajadores con mayor antigüedad mediante un ERE fraudulento, con la excusa de pérdidas ficticias, para sustituirlos por trabajadores más baratos. Una estratagema que en este caso falló, porque no pudieron demostrar las pérdidas, pero que con las últimas reformas laborales ya no es problema: cualquier empresa puede deshacerse de sus trabajadores para sustituirlos por mano de obra más dócil y barata. Pero esto es solo una muestra, ya que durante muchos años, la empresa ha falsificado las actas de elecciones sindicales que nunca se realizaron.
Pero tenemos más. Tanto SERCOTEL como el Grupo Luna, cuentan con la imprescindible participación de un personaje siniestro como es Miguel Ángel Prieto, responsable del sector de Hostelería en Granada de la UGT (Unión General de Trabajadores), el cual ostenta un poco envidiable currículum que le hacen el campeón en cuanto a la firma descuelgues de convenios y salariales, convenios de empresa y traiciones innúmeras a la clase trabajadora y que se presta a “legalizar” las trampas a cambio de sumar unos pocos delegados en un comité de empresa corrupto hasta la medula salido de unas supuestas elecciones (también fraudulentas y apoyadas por el ¿sindicato? Referido) efectuadas en ATE Sistemas y Proyectos Singulares S.L.– empresa a través de la cual DeLuna Group y SERCOTEL externaliza la contratación de, entre otras, las camareras de pisos- las gobernantas, encargados y algún tonto útil, de entre los cuales, cinco resultaron elegidos como representantes legales de los trabajadores en ATE. En esas elecciones votaron trabajadores de empresas de transporte y paquetería y otros más, ajenos absolutamente al Hotel Luna de Granada, lo que no fue óbice para que el “flamante” comité de empresa salido de esos corruptos comicios el 8 de septiembre del 2021 deparara una representación de cinco miembros de la UGT que aceptaron, firmaron y rubricaron un convenio de empresa para ATE Sistemas y Proyectos Singulares que condena a la indefensión y al cobro de salarios equiparables con el S.M.I. (salario mínimo interprofesional) a las trabajadoras/es afecto al mentado acuerdo laboral que rebaja en más de un 50% los derechos recogidos en el Convenio Provincial de la Hostelería de Granada y que supone, de media, que una camarera de pisos cobre unos 5.000 € menos al año que lo que determina el convenio sectorial.
Todas las corruptelas, trampas y el reino de los estafadores en el Imperio de la Forma, están servidas. Todas ellas se encuentran dentro del conflicto que, con una entereza y coraje ejemplares, emprendieron hace más de dos meses y medio 22 trabajadoras, las cuales han sufrido y sufren el despido, la represalia, la amenaza y el abuso patronal a diario. ¿A qué esperamos, pues, para que la campaña emprendida por las camareras de pisos del Hotel Luna y su sindicato, el SAT, resuene por todos los rincones de Granada, Andalucía y el Estado?
Estamos en la lucha y, en gran medida, de la victoria de las camareras de pisos del Hotel Luna, depende nuestro futuro y el de disponer de un trabajo digno, con derechos y respeto al convenio y la legalidad.