Orgullo 2023: Trabajar con derechos en Andalucía.

Orgullo 2023: Trabajar con derechos en Andalucía.

Orgullo 2023

El 21% de las personas del colectivo LGTBI dice haber padecido de discriminación a la hora de buscar un empleo debido a su orientación sexual, porcentaje que aumenta al 50% en el caso de personas trans o no binarias. Esta proporción es la misma que en 2021, mientras que número de personas que han asistido a episodios de agresiones verbales ha aumentado en tres puntos porcentuales.

Si analizamos la cuestión de la inclusión por sectores industriales, concluiremos que, el sector primario, el de fabricación y el de educación son los peores según sus empleados en términos de aceptación. Por lo contrario, el sector tecnológico y el terciario lideran el ranking.

Asimismo, si estudiamos el problema según la jerarquía, concluiremos que los profesionales deciden hacer pública su orientación sexual según su puesto en la compañía: mientras 7 de cada 10 profesionales en posiciones directivas lo comparten, solo un 31% en puestos subordinados lo hace, dato que mejora en cuatro puntos el resultado de 2021.

Una de las cosas que va a determinar si una persona LGBT sale o no del armario con su entorno laboral, para vivirlo con tranquilidad, es el tipo de contrato. No es lo mismo ser una persona funcionaria con un sueldo estable, que una persona joven precarizada que va encadenando contratos temporales de baja calidad. En una situación de precariedad como la que se está viviendo actualmente en España, el miedo a que un contrato no se renueve condiciona mucho la forma de comportarse en el trabajo.

En cuanto a las entrevistas de trabajo, también es posible que muchas personas LGBT mientan u oculten su orientación sexual o identidad de género. Sobre todo si hablamos de cargos importantes para los que se ha invertido mucho esfuerzo. Por ejemplo, un trabajador público gay que ha estado 5 años estudiando oposiciones, y que en su entrevista de trabajo oculte su orientación sexual. Todo por miedo a que salir del armario eche por tierra todo su esfuerzo para conseguir un trabajo como funcionario.

Las entrevistas de trabajo son la puerta de entrada a un mundo laboral, por lo que hay miedo al rechazo inicial. Se ocultan amaneramientos, se controla la expresividad y se intenta mostrar una apariencia neutra que no desvele rasgos de la identidad, o que puedan ser objeto de homofobia.

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El derecho a un trabajo digno y con derechos.

Cada día presenciamos ataques sistemáticos de los derechos de las personas LGTBI que se materializan en discursos de odio. Y esto también sucede en el ámbito laboral, donde un 42% de las personas LGTBI han sufrido algún tipo de violencia verbal en el trabajo y un 10% agresiones físicas, mientras que el 75% de las personas LGTBI creen que no tienen las mismas oportunidades.

El rechazo está presente y hay que contestar contundentemente a los ataques con una estrategia que permita alcanzar una igualdad real y efectiva. Por ello, es fundamental tener una Ley estatal que garantice los derechos de las personas LGTBI, que incluya también un marco normativo en el ámbito laboral, incluyendo cláusulas para la igualdad y no discriminación de las personas LGTBI en los convenios colectivos, que nos lleven a centros de trabajo inclusivos.

En la actualidad, sólo el 30% de los convenios colectivos tienen este tipo de cláusulas y, en la mitad de los casos, son sólo una declaración de intenciones, de manera que queda mucho por hacer, lo que indica que es indispensable abundar en esta lucha, tanto en el ámbito social como en el ámbito laboral, con acuerdos que permitan avanzar en el reconocimiento e implantación de derechos, en la necesidad de frenar los discursos LGTBIfóbicos y de avanzar en la igualdad de trato y no discriminación. Para poder vivir y trabajar en Andalucía y con todos los derechos, hay que normalizar el propio derecho a que se nos reconozca como miembros de la clase trabajadora.

Es, desde la lucha de clases, como nos integraremos plenamente-

¡La lucha es el único camino!